Hace cien años, en 1915, las mujeres podían votar sólo en cinco países del mundo, hoy ese derecho es, afortunadamente, casi universal.
En este tiempo, las mujeres han ampliado continuamente sus derechos políticos y se ha dado un mayor reconocimiento de sus derechos.
Sin embargo, la violencia de género sigue siendo una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo y uno de los crímenes menos juzgados. Sigue quedando muchas veces impune, lo que hace que se perpetúe.
Todavía hoy, en pleno siglo XXI, el simple hecho de nacer mujer supone un factor de riesgo para la propia vida. Todavía hoy, ninguna sociedad ha conseguido erradicar ese otro terrorismo –o “ese terrorismo”, a secas- que puede llegar a sufrir el 51% de la población.
La violencia, cualquier clase de violencia, es detestable y condenable. Sin duda. Pero la violencia en el ámbito familiar, contra la mujer y en muchos casos también contra los hijos, debería avergonzar a cualquier sociedad que aspire a denominarse justa.
Porque cada caso, cada situación de maltrato, es un fracaso colectivo. Un fracaso de todos. Pero también una razón de peso para, lejos de rendirnos, plantar cara con más fuerza, si cabe, a la sinrazón.
Tenemos la responsabilidad (como sociedad y como personas) de tomar posición contra la violencia de género, en todas sus expresiones, en donde quiera que nos encontremos. Debe ser abordada como un problema social y público que implica a toda la sociedad y a todas las personas.
Hay que seguir trabajando. Sigue siendo necesario el compromiso de todos en la denuncia, individual y colectiva, del maltrato, la discriminación y la desigualdad.
Siguen siendo necesarios días como hoy, en el que todos y todas juntemos nuestras voces para denunciar y condenar la violencia que aún hoy se sigue ejerciendo contra la mujer.
Sigue siendo necesario comprender en qué consiste la violencia de género, qué formas tiene, cómo se esconde, porqué cuesta tanto verla, porqué las mujeres maltratadas son tan poco creíbles, cómo evitar ser maltratada, cómo salir de estas relaciones abusivas, qué hacer si lo sufres o lo descubres en una amiga o familiar.
Sigue siendo necesario intervenir en todos los frentes que se vean implicados en el origen, desarrollo, prevención o tratamiento del problema.
Los más evidentes y que reclaman una atención urgente y creciente son el rechazo a los agresores, deslegitimarlos, perseguirlos, vigilarlos y castigarlos, al tiempo que impulsamos todas las medidas que favorezcan la igualdad entre los sexos y la liquidación del modelo machista de la sociedad.
Un modelo que hace de la mujer un simple objeto, un instrumento sin personalidad ni dignidad.
Pero el rechazo de la violencia no incluye solo a los que maltratan sino también a todos los que ven normal aprovecharse de las mujeres en lo doméstico o lo sexual; los que entienden que algunos las maltraten en determinadas circunstancias; los que sienten que se trata de algo que no les afecta o los que no usan su influencia para oponerse: todos ellos se convierten, aun sin quererlo, en cómplices.
La clave somos todos y todas. No basta con declararse en contra de la violencia de género, debemos actuar.
En nuestro IES somos 500 alumnos/as y en él trabajan otras 50 personas.
Somos 550 que damos la espalda a los maltratadores, 550 que estamos con las mujeres maltratadas.
550 que damos la cara. 550 abrazos.
550 que estamos con una sociedad más justa, más igualitaria.
Con una sociedad sin maltrato.
Con una sociedad, por fin, libre.
Las fotos fueron hechas por la alumna de 1º de ESO Lucía Benítez durante la lectura del manifiesto el día de la Marcha contra la Violencia de Género realizada en Medina el 25 de noviembre de 2015. Antes de la lectura del manifiesto, hemos recorrido las calles de la ciudad, junto a numerosos alumnos y alumnas de los distintos centros educativos de la ciudad, las socias de las Asociaciones de Mujeres “Malcobada” y “Alhucemas” y muchos ciudadanos y ciudadanas de Medina. La alumna Carla González Benítez y el alumno Pablo García Alvarado (de 1º de ESO B) han hecho una estupenda lectura del manifiesto elaborado por el IES San Juan de Dios.
El cartel ha sido elaborado por Miguel Roa (profesor de Dibujo) con fotos de Pedro Callealta (profesor de Física y Química) y han participado los alumnos y alumnas, los profesores y el personal no docente del IES SJdD.
Seguimos en la lucha. Ni una víctima más.