El alumnado colaborador es un alumnado voluntario de 4º ESO y bachillerato. Su finalidad es mejorar el clima de convivencia y el aprendizaje entre los alumnos y alumnas de 1º y 2º de ESO.
Actúan de dos formas:
1.- En la mayoría de las ocasiones, entran en el aula y sirven de apoyo a los alumnos con un fuerte desfase curricular y que presentan problemas de convivencia (interrumpen las explicaciones, charlan con sus compañeros, molestan, etc). El alumnado tratado es seleccionado por los equipos docentes de 1º y 2º de ESO, el departamento de Orientación, el departamento de convivencia y el Equipo Directivo.
Para explicar este proyecto, el departamento de convivencia y el Equipo Directivo realizó varias reuniones con los grupos de 4º y bachillerato. Los alumnos colaboradores son elegidos por el departamento de convivencia entre los voluntarios de 4º de ESO y bachillerato (el curso 2013/14 se presentaron más de 30).
Una vez conocido el alumnado voluntario, el jefe de estudios marca distintas horas en las que este alumnado puede ausentarse (materias en las que el alumno/a va bien, aquellas en las que el profesorado considera que no le va a retrasar en su desarrollo curricular, materias elegidas por el alumno/a como posibles...) y se señalan las coincidencias con las horas que se consideran más necesarias para el alumnado con dificultades (desde el punto de vista del Equipo Docente).
Finalmente, se marcan las posibles horas de intervención en un horario semanal del alumnado.
El orientador y el jefe de estudios se encargan de coordinar semanalmente a los alumnos que entran y en qué clases; asimismo, junto al PT, somos los encargados de orientarlos sobre el perfil del alumnado al que van a asistir y la manera de actuar con ellos dentro del aula.
2.- Dentro del Plan de convivencia, una medida que lleva funcionando algunos años es la de "Aprendo con los Mayores". Consiste en que el alumnado disruptivo de 1º o 2º de ESO, tras pasar por varias medidas de convivencia (entrevistas, aula de convivencia, firma de contratos, etc) que no parecen producir una mejora en su actitud, y para evitar la expulsión del centro (que en ocasiones es visto más como un objetivo más que como una penalización) se incorpora al aula de un grupo de bachillerato. Allí, un alumno/a colaborador/a se encarga de informar al jefe de estudios de la asistencia/ausencia del alumno castigado, su comportamiento, trabajo diario, etc.
Enhorabuena y felicitaciones !!!Mecla perfecta de juventud con fuerza y esos adultos inyectandoles experiencias ,asi si dá gusto !!!!
ResponderEliminarBuen trabajo¡¡¡¡
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